Pocos años antes, desde mediados de la década del sesenta, se inició uno de los procesos de renovación urbana del Centro más importantes del siglo pasado: una urbe con grandes edificios, acordes con la vocación industrial y el anhelado aire de metrópoli de una ciudad que alcanzaba el millón de habitantes. Hasta ese momento, la altura de los edificios oscilaba entre los seis y los diez pisos. En las décadas precedentes, el rascacielos de mostrar era el edificio Fabricato: tenía once pisos.
Había llegado la hora de ver hasta dónde podíamos subir el listón de esa idea unificadora de progreso, modernidad y grandeza antioqueñas. La apuesta resultó en que había que multiplicar lo alcanzado al menos por tres. 175 metros y 37 pisos coronados en punta fue lo más alto que pudimos llegar. El Centro Coltejer fue inaugurado en 1972 con nombre de telar y forma de aguja. Los cafeteros lograron apilar 36 pisos, de 150 metros de altura, y en 1975 inauguraron la Torre del Café. Comerciantes y empresarios, por su parte, y luego de muchas dificultades financieras, se transaron con 32 pisos y 139 metros de altura; el edificio de la Cámara de Comercio se inauguró el 25 de octubre de 1977, cinco años después de iniciadas las obras.