Casi al tiempo en que Henry se despidió de sus sueños de futbolista profesional, desapareció Guayaquil y su mercado. Los más pudientes, en silencio, se trasladaron a la Mayorista. Los demás resistieron en los alrededores. Sus recuerdos son los mismos que ya muchos relataron: los atracos, los incendios provocados, las brechas de casi un metro que la Policía les cavó para impedir acceso al mercado y la unión de un grupo de comerciantes informales, muchos analfabetas, que evacuaron basuras, aprendieron de leyes, pelearon a través de sindicatos y exigieron la creación de un mercado en el centro de Medellín. Toda esa historia tuvo su recompensa con la construcción de la Plaza Minorista José María Villa, en 1984.