Inauguración del tranvía eléctrico en el Parque de Berrío. Benjamín de la Calle, 1921.
El tranvía eléctrico que recorrió de lado a lado a Medellín recibió su primera chispa el 12 de octubre de 1921
En solo un año se construyó la primera línea desde la Plaza de Cisneros hasta La América. Luego de ocho años de trabajos, el tranvía tenía estaciones al norte en el Cementerio San Pedro, en Moravia y en Manrique, en Palos Verdes; al oriente en Buenos Aires, hasta la llamada Puerta Inglesa, y en el barrio Boston; al occidente en Belén y Robledo, hasta la famosa esquina de El Jordán; y al sur en la Plaza de El Poblado. La revista Letra y Encajes recomendaba las prendas para lucirse en los vagones. Los cuarenta kilómetros de líneas del tranvía habían cambiado el aspecto de la ciudad y sus rieles plateados eran el orgullo de los nuevos planos.
Sin embargo, en el 51 se oyeron las últimas campanadas del tranvía y algunos de los vagones guardados en los garajes de la estación en Manrique terminaron convertidos en las casas de los choferes que habían perdido su trabajo y reclamaban sus derechos pensionales. Ahora la ciudad hablaba de los edificios de los nuevos bancos, de la carretera al mar y la represa de Río Grande. En solo treinta años el tranvía se había hecho viejo e inútil.