Centro Administrativo de la ciudad o Jardín de la Burocracia, según se vea
Este complejo de edificios, construido entre 1983 y 1987, que se llama oficialmente Centro Administrativo José María Córdova, es conocido por todos, sin saber por qué, como La Alpujarra.
Allí están los edificios de gobierno –municipal y departamental–, la Dirección de impuestos, el Instituto Geográfico Agustín Codazzi, el Palacio de Justicia y otras entidades estatales. Por eso, es frecuente encontrar serpenteantes filas, caras largas, piernas inquietas y miradas recurrentes detrás de las vidrieras, que delatan la estoica resignación de quienes están obligados a hacer diligencias, porque a eso se viene a La Alpujarra, a armarse de paciencia para hacer vueltas.
Al ser el epicentro de las decisiones que se toman en el sector público, todo el que quiera buscar plata del aparato estatal, que tenga un proyecto para su comunidad, que quiera quejarse de un problema en su barrio o municipio, que tenga una deuda con la justicia, o que simplemente deba pagar sus impuestos, termina pasando por La Alpujarra. Lejanos están los días en que aquella construcción fue el puerto de Guayaquil, con tranvías, plaza de mercado, lujosos hoteles, y bares de bohemios y tahúres.